lunes, 24 de octubre de 2016

Teneis que oirme

Pablo Neruda 

Yo fui cantando errante, 
entre las uvas de Europa 
y bajo el viento, 
bajo el viento en el Asia. 
Lo mejor de las vidas 
y la vida, la dulzura terrestre, 
la paz pura, fui recogiendo,
 errante, recogiendo. 
Lo mejor de una tierra 
y otra tierra yo levanté en mi boca con mi canto:
 la libertad del viento, la paz entre las uvas. 
Parecían los hombres enemigos, 
pero la misma noche los cubría 
y era una sola claridad 
la que los despertaba: 
la claridad del mundo. 
Yo entré en las casas 
cuando comían en la mesa, 
venían de las fábricas, 
reían o lloraban. 
Todos eran iguales. 
Todos tenían ojos hacia la luz, 
buscaban los caminos. 
Todos tenían boca, 
cantaban hacia la primavera. 
Todos. 
Por eso 
yo busqué e
ntre las uvas y el viento 
lo mejor de los hombres. 
Ahora tenéis que oírme. 

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